Anclas que viajan contigo

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martes, 21 de abril de 2015

En la vida del amor

Y creéme Cocó, que es el corazón, y no las entrañas, donde mana la verdadera fuente de vida. Que es un mecanismo complejo, no ese simple movimiento de sístole y diástole que denominan los señores de batas blancas; el que realmente se ocupa de la belleza del vivir.

Porque una vida que no está basada en el amor, no merece ser vivida. Porque una vida que no está vivida con pasión, no es vivida. Porque una vida en la que se vive sin amar nada en absoluto, simplemente, no es vida.

No sin modestia te aseguro que debes completar tu vida con amor y desde el amor, teniendo esto una explicación que yo, querida Cocó, me apresuro a facilitarte:

1. Ama, desde lo más profundo de tu corazón, cada recoveco de ti misma. Ama cada componente físico, cada pieza de tu personalidad. Hazlo, como si la sangre que te mantiene viva por dentro, estuviera dotada de ese amor, que inunda hasta el interior de tu alma. Ama incluso tus defectos, porque ellos te constituyen como única, como irrepetible, como ser perfecto en la perfecta imperfección. Ellos, te hacen humana.

2. Ama, desde lo más profundo de tu corazón, a aquellos con los que convives. Incluso a aquellos con los que te cruzas. Porque una sonrisa en la salida del metro, o la cesión de un asiento a alguien que lo precisa más que tú, son gestos de amor que pueden aliviar, quizás por un momento, quizás incluso por todo un día; una mente atormentada o un día gris. Ama, por supuesto, a aquellos con los que te relacionas de forma más estrecha. Tiende tu mano a quien lo necesite, incluso si tiene miedo de pedir ayuda. Mas no pidas nada a cambio: los gestos puros de amor, son totalmente desinteresados ya que, si realmente amas, será porque tú hayas decidido hacerlo, con todas sus consecuencias, y sin esperar nada de vuelta. De muestra, incluso cuando cueste, que quieres realmente a ese alguien, no hay mayor aliciente para el desamor (en todos sus ámbitos), que la duda de si se es amado.

3. Ama, desde lo más profundo de tu corazón, aquello que te rodea. Quizá no es todo lo que desearías, quizá no es por lo que has luchado, quizá no es lo que soñaste, o donde te gustaría permanecer de por vida. Pero configura parte de tu presente, parte de tu vida. Porque hoy es tan importante como lo fue ayer o lo será mañana, no son simples hojas que caen de un calendario. Y si hemos dicho que ames tu vida... ¿Por qué no amar el entorno que hace de este presente... una realidad?




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